Seguridad infantil: medidas para mejorar la calidad del aire en casa
Los padres toman muchas precauciones para salvaguardar su hogar a medida que sus hijos crecen. Pero a medida que agregan de todo, desde cubiertas para enchufes eléctricos y cerraduras de gabinetes hasta puertas para bebés y acolchados para mesas, los expertos de National Jewish Health enfatizan que también es importante considerar la calidad del aire interior, que puede contribuir al desarrollo y exacerbación del asma infantil.
"Los estudios muestran que una persona promedio pasa entre el 90 y el 95% de su tiempo en interiores, y la mayor parte de ese tiempo está en nuestros hogares", dijo Michael Nevid, MD, profesor asistente en la División de Alergia Pediátrica e Inmunología Clínica de National Jewish Health. "Por lo tanto, garantizar que el entorno sea lo más seguro posible para los pulmones en desarrollo de los niños es importante para su salud respiratoria a largo plazo".
El Dr. Nevid recomienda agregar algunos pasos de “protección contra el asma” a su lista de verificación de protección infantil para eliminar o reducir cosas que las investigaciones vinculan con el desarrollo o la exacerbación del asma, la enfermedad crónica más común entre los niños.
Hay muchos factores que causan asma que no están bajo el control de los padres, incluidos los relacionados con la genética, las alergias y los peligros ambientales. Pero al reducir los riesgos respiratorios en la medida de lo posible en casa, los padres pueden estar tranquilos sabiendo que están haciendo todo lo posible para ayudar a sus hijos a respirar mejor.
Las investigaciones han demostrado que cosas como el polvo y el moho, el gas natural, el humo, ciertos productos de limpieza e incluso los virus respiratorios comunes pueden aumentar el riesgo de asma en los niños. El Dr. Nevid ofrece algunos consejos sencillos para minimizar la exposición a los contaminantes del aire interior y mejorar el aire de su hogar para toda la familia:
Limpie regularmente: limpie las superficies, trapee y aspire semanalmente para evitar que se acumule polvo. Busque aspiradoras y purificadores de aire con filtros HEPA que atrapen elementos como polvo, esporas de moho, bacterias y caspa de mascotas.
También es una buena idea hacer que revisen su casa en busca de moho o fugas de agua para asegurarse de que estén limpias y selladas. Cuando compre juguetes blandos o de peluche para su pequeño, busque juguetes que se puedan lavar a máquina.
Utilice productos de limpieza seguros: existen varios productos químicos de limpieza fuertes relacionados con la exacerbación del asma, en particular gases conocidos como compuestos orgánicos volátiles o COV. Si bien puede ser difícil saber si alguno de sus productos de limpieza contiene estos ingredientes dañinos, organizaciones confiables como la Asthma and Allergy Foundation of America brindan listas de una amplia gama de productos seguros certificados para su hogar.
Reduzca la exposición al gas: el calor del gas y los electrodomésticos liberan dióxido de nitrógeno al aire, un conocido desencadenante del asma. Para reducir la exposición, considere reemplazar su horno y estufa de gas por eléctricos o de convección, o al menos asegúrese de que su cocina esté bien ventilada. Haga inspeccionar su caldera de gas anualmente y recuerde reemplazar el filtro cada 60 a 90 días.
Elimine el humo de segunda mano: el humo de segunda mano no sólo es un desencadenante del asma, sino que también está relacionado con el desarrollo del asma. Nunca permita que nadie fume dentro de su casa, y si está expuesto al humo fuera de la casa, traiga un cambio de ropa para evitar introducir contaminantes del aire al interior.